lunes, 31 de diciembre de 2007
La primera entrada del año
Seis de enero, quiero hacer una entrada desde el primero del año pero no estaba segura de qué escribir, después de varias horas, y recién una llamada que se quedó en tonos no respondidos preferí escribir una entrada en el blog.
Los jugos gástricos me recuerdan que debo comer al menos dos veces al día, y que los sentimientos no se pueden quedar en la panza, tienen que salir sino se revuelven y hacen daño, y para daños con los que aparecen en la vida son suficientes.
Mis manos están frías y mi mirada cálida, pienso que el 2007 llevó la palabra prisa en cada día y este 2008 lleva la palabra melancolía ("La melancolía es la percepción de la fugacidad de las cosas. La percepción de la belleza sin perder de vista en ningún momento que se acaba, que todo termina." Rosa Montero).
La realidad efímera me llegó de golpe, con aroma a cacao y mazapan con recuerdo de jugo de naranja, olor cítrico fuerte que se mantiene en las pestañas, vacío la memoria mientras escribo, ya no recuerdo que más quería escribir, voy por el celular.
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1 comentario:
No dire nada, pero escribir deberia ser sublime,
no deberia dolor porque poder hacerlo
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