los dientes de león perdieron su importancia

el aire del ventilador redondo, sutil, desesperado
hizo llorar mis ojos
algo que ni el olvido ni el sol habían logrado hoy

otra vez...

Ha pasado una hora y aun no sé nada, cuento mis respiros y latidos, escucho a Natalia Lafourcade... me escondo otra vez bajo de un papel... yo me escondo en la computadora, para olvidar sus miradas, sus palabras "no está comiendo desde hace tres meses""está muy triste""la internaron hoy" para no pensar en el abrazo desconsolado, para no respirar el temor a que le pase algo a ella, muerdo mis uñas, hace mucho que no lo hacía, años.
Escucho en el radio que ayer fue el día más caluroso de este año hasta ahora aquí en san luis, meto todo el ruido que puedo a mis orejas, no sirve de nada, continúo en el personaje de heraldo, esperando que llegue quien debe recibir el mensaje.
Entra a escena una mujer vendiendo nopalitos, no gracias ahorita no, la espera es larga, las uñas no tantas, planeo irme a lavar ropa, pero tendría que desconectar la computadora y ya no tendría donde esconderme.


natalia...al atardecer nubes otra vez...

la fragilidad
en esencia
nos pertenece

un día, veintidós, ochenta y uno
el cuerpo pelea, lucha por vivir
es tan complicado
y parece tan común
sí, creo que es cuetión de fe